En torno a la fiesta de San José, patrón universal de los Seminarios, nuestra institución viene celebrando en los últimos años una Semana Vocacional en la cual podamos ahondar un poco más en la grandeza de la llamada sacerdotal y, sobré todo, incrementar nuestra oración pidiendo al Dueño de la mies que envíe operararios a su mies.
El lunes abriremos la semana compartiendo una jornada de confraternidad con nuestros compañeros del Seminario Mayor y celebrando con ellos la Eucaristía.
La ocasión de conocer el testimonio de los mártires claretianos de Barbastro llegará el martes. Se trata de un grupo de treinta seminaristas asesinados en los años treinta simplemente por querer entregar su vida a Cristo en el ministerio sacerdotal.
Ya el miércoles, solemnidad de San José y día de precepto, aunque laboral, celebraremos solemnente su fiesta con la Santa Misa y será una jornada más festiva.
El jueves tendremos tiempo para rezar con calma ante Jesús sacramentado, que será expuesto desde las ocho de la mañana hasta las seis de la tarde. A su lado, con reposo, haciendo silencio, es cuando uno puede escuchar mejor su voz que habla al corazón.
No nos olvidemos que seguimos en Cuaresma y por esa razón el viernes acompañaremos al Señor hasta la Cruz con el ejercicio del Santo Viacrucis, contemplando en cada estación hasta qué punto somos valiosos para Él.
Por último, a lo largo del fin de semana, los internos tendremos ocasión de seguir ahondando y rezando con un poco más de intensidad para que el Señor bendiga nuestra diócesis y nuestros seminarios con numerosos jóvenes que estén dispuestos a dejarlo todo y seguirle para comunicar al mundo el gozo del Evangelio.