El Seminario Menor acoge siempre con dolor la noticia del fallecimiento de un sacerdote, y por su eterno descanso ofrece la Misa del día. Pero hay noticias que, si cabe, nos tocan un poco más de cerca. Es el caso de la que nos llegaba esta mañana: el fallecimiento de D. Manuel Iglesias, profesor y secretario del centro desde su fundación hasta el año 2000, durante más de 40 años.
Con este motivo, mañana adelantaremos nuestra vuelta del Camino para hacernos presentes en su entierro.
Natural de San Mamede de Carnota, en el arciprestazgo de Entines, nació el 16 de octubre de 1931. Recibió la ordenación sacerdotal el 19 de junio de 1955. Este año celebraba sus bodas de diamante sacerdotales. Al reunirse en el día de ayer los compañeros que celebraban como él sus bodas de diamante, oro y plata sacerdotales, para adelantar la fiesta del patrón san Juan de Ávila, y no poder él asistir por la enfermedad que lo mantenía hospitalizado, envió una emotiva carta que leyó el señor Arzobispo y que a la luz de su fallecimiento se ha revelado como su testamento vital. “He combatido el noble combate, he acabado la carrera, he conservado la fe.” La carta decía así:
Son éstos momentos de agradecimiento a Dios, a nuestros padres y formadores, a todos los que han ido sembrando el bien a nuestro paso, y, cómo no, a los señores Arzobispos que en nosotros dejaron su benéfica huella, desde el cardenal Quiroga, que nos confirió el sacerdocio en 1955, hasta el actual don Julián y su obispo auxiliar, que presiden esta celebración. Entretanto, diremos con el salmista: “Cantaré eternamente las misericordias del Señor”, mientras pedimos y esperamos con el discípulo amado: “¡Ven, Señor Jesús!”
Siempre vuestro,