Pasadas las 12 del mediodía de este sábado decenas de jóvenes voluntarios llegaban a la Plaza del Obradoiro tras realizar un simbólico último tramo del Camino francés desde el Seminario Menor de Santiago, sede del voluntariado. Con sus cánticos y coloridas camisetas rojas, protagonizaban el inicio del acto de lanzamiento de la Peregrinación Europea de Jóvenes (PEJ) que se debería estar celebrando a estas alturas de año, pero que la pandemia ha obligado a trasladar a 2022, y que reunirá en Compostela a cerca de 20.000 jóvenes.
Una circunstancia que, lejos de restar relevancia al evento, podría incluso potenciar por su cercanía, en espacio y tiempo, a la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa prevista en la capital portuguesa en 2023.
Así lo ha deseado el arzobispo de Santiago, Monseñor Julián Barrio que, en su alocución a los voluntarios, ha trasladado “un saludo afectuoso y la bendición” de Su Santidad, asegurando que, “Dios quiera y el apóstol nos ayude, para que un día como hoy en el año que viene, sea él quien nos salude y nos bendiga personalmente”.
En este sentido, el vicepresidente primero de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, se ha mostrado esperanzado de que las cosas “van a ir mucho mejor” en lo que queda de año y durante 2022, aunque ha advertido que “para no morir de éxito, hay que seguir trabajando en impulsar todo lo que rodea el fenómeno Xacobeo, como esta peregrinación de jóvenes que precisa del apoyo de todas las instituciones públicas; y, desde luego, tendrá el de la Xunta de Galicia”.
También el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, ha mostrado su apoyo a la celebración de la PEJ que, durante una semana a principios de agosto de 2022, va a llenar la ciudad de miles de jóvenes de oración y fiesta, con decenas de talleres, eucaristías, conciertos en tres escenarios diferentes y la acogida, oración y vigilia que se celebrará en el Estadio de fútbol Verónica Boquete los días 6 y 7.
Una semana en la que, a buen seguro, resonará el himno de esta PEJ 22, compuesta por el gallego Rubén de Lis y que el propio cantante interpretaba en la escalinata de acceso al Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago con una Plaza del Obradoiro a sus pies llena de peregrinos y visitantes.
(Fuente: COPE)