“Hago una llamada a todos los diocesanos, niños, jóvenes y adultos, a quienes trabajáis en la investigación y en la docencia, en el mar, en la industria o en el campo, a los sacerdotes, miembros de vida consagrada y laicos, y a los que os sentís lejanos de la Iglesia, para que colaboréis en la realización del Sínodo que es encuentro de oración, reflexión y compromiso, fortaleciendo la unidad en la fe y la comunión en la iglesia diocesana”. Así se expresaba este domingo el arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, en la homilía de la Santa Misa de apertura de la fase diocesana del próximo Sínodo de los Obispos. En ella, el arzobispo recordaba la importancia y transcendencia de trabajar sobre el lema de este encuentro que se desarrollará en Roma en 2023, Por una Iglesia sinodal: Comunión, participación y misión.
El camino sinodal diocesano preparatorio del encuentro romano se iniciaba con una asamblea desarrollada en la Iglesia de San Paio, en la que el obispo auxiliar, monseñor Francisco José Prieto presentó los objetivos y la metodología para participar activamente en la preparación de esa XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos. “En la apertura de este Sínodo”, dijo monseñor Barrio, “iniciativa del Papa para las Iglesias particulares, doy gracias a Dios con vosotros, consciente de que es un acontecimiento trascendente para escuchar la voz del Espíritu y orientar nuestro peregrinar cristiano en estos momentos recios pero llenos de esperanzas. También hoy es tiempo de seguir caminando”.
Pastoral Santiago