Dicen que cuando uno es joven los días pasan muy lentamente y cuando te vas haciendo mayor desearías que el tiempo discurriera más lentamente. Tengo mis dudas de si esta segunda parte tendría que aplicársela el que escribe en esta entrada, pero de lo que sí estoy seguro es de que el curso ha pasado volando para todos: para los más jóvenes y para los menos jóvenes. Y es que el mes de junio ya se acerca a su fin, y, con él, los últimos exámenes, la evaluación final y la entrega de notas.
Son muchos los detalles que tenemos que agradecer a Dios y con los que nos ha ido cuidando a lo largo de estos meses. Quizás una visual a las fotos de este año o la relectura de las distintas actividades que se han venido sumando a nuestro trabajo diario nos ayuden a recordar tantos y tantos motivos para volver a poner nuestros ojos en el cielo y clamar al Señor de nuestras vidas. No puede significar este tiempo estival que ahora comenzamos un inicio de las “vacaciones de Dios”; todo lo contrario: en estos meses tendremos la oportunidad de acercarnos a Él sin las prisas del curso. Un buen momento para ello será el campamento de verano de la comunidad de menores (del 7 al 10 de julio), la ordenación sacerdotal de D. David (la tarde del 6 de julio) o su Primera Misa Solemne.
A otros, sin olvidar lo primero, les tocará centrarse más en los estudios y preparar las asignaturas que no han logrado superar durante estos meses. Para ellos está pensado de manera especial el Curso de Verano, en el que, ayudados de las clases y los estudios dirigidos por los propios profesores, podrán preparar y afianzar los contenidos para la Selectividad o los exámenes extraordinarios de septiembre. Se trata de una iniciativa pensada no sólo para nuestros alumnos sino también para los de otros centros, en régimen de internado, media pensión o externado.
Parece que hablar de final de curso es pensar ya en el verano, y así es; pero conviene también resaltar algunas de las actividades de los últimos días, como la clausura de la Escuela de Padres, que en esta ocasión contó con la ayuda del Centro de Terapia Familiar Familiae. Por otra parte, los alumnos de 1º de Bachillerato, tras hacer su particular Legado de Tibu (que podréis ver en las redes sociales del Seminario), visitaron el Centro de Interpretación Ambiental que el Concello de Santiago tiene en el Parque de Belvís, mientras los de 2º de ESO, ganadores del Concurso de Santo Tomás, disfrutaban de una jornada “pasada por agua” en el Acuapark de Cerceda.
Por último, no olvidarnos de la Misa de Acción de Gracias y el Acto Académico del viernes 20 con el que clausuramos las actividades ordinarias del curso 2013-2014, y en el que tienen un especial protagonismo los alumnos de 4º de ESO. Las fotos y el vídeo que prepararon para este día, junto a las de las otras actividades, también puedes consultarlas en la galería fotográfica.
Ya sabes, da gracias a Dios y… ¡Feliz verano!