Un año más, el Seminario Mayor y el Seminario Menor nos unimos en la Eucaristía para recordar con agradecimiento en nuestra oración a todas aquellas personas, ya fallecidas, que de una u otra manera han ayudado a que nuestro Seminario sea una gran realidad.
Fueron personas generosas que no dudaron en entregar su tiempo, sus fuerzas y sus posibilidades económicas para ayudar a los alumnos y seminaristas. Todos nosotros disfrutamos hoy del fruto de su generosidad.
Por esta razón, la Misa de esta tarde tiene que estar marcada por un sentimiento de profundo agradecimiento. En el día de hoy, de manera especial hacemos presentes a personas vinculadas al Seminario y que fallecieron desde noviembre del año pasado:
A los que fueron rectores del Seminario Menor: D. José Diéguez Reboredo, Obispo Emérito de Tui-Vigo, rector de 1972 a 1974; y D. José Iglesias Costas, rector de 1997 al año 2001.
Y los que fueron Profesores del Seminario Menor: D. Eugenio García-Rodeja Fernández y D. Braulio Arce San Juan.
También a todos los alumnos, religiosas, profesores y sacerdotes que ya han sido llamados a la presencia de Dios Padre. Al Dueño de la mies le presentamos la vida de todos ellos como una semilla plantada, para que florezca en forma de nuevas vocaciones a la vida sacerdotal.